Si tenés la suerte de pasar cuatro días en Mendoza, te aseguro que vas a volver con ganas de quedarte más. Como mendocino, siempre recomiendo un recorrido equilibrado: conocer la ciudad, vivir el vino en primera persona, respirar la montaña y animarse a un poco de aventura.
Este itinerario está pensado para viajeros que quieren saborear lo esencial de la provincia sin apurarse demasiado, pero aprovechando cada jornada. De paso te contesto, sí, 4 días puede ser suficiente para tener un hermoso pantallazo de la provincia.
Día 1: recorrer Mendoza capital y su historia viva

Mañana en el corazón de la ciudad
Arrancá con energía en alguna cafetería del centro. Desde allí, caminá por la Plaza Independencia, el verdadero corazón de Mendoza, y descubrí sus ferias, músicos callejeros y artesanos.
Seguí por la peatonal Sarmiento, llena de bares, restaurantes y movimiento, hasta la Catedral de Loreto, pequeña pero cargada de historia.
Cultura y sabores locales
Visitar el Museo del Área Fundacional te ayuda a entender por qué Mendoza se reconstruyó tras el terremoto de 1861.
Al mediodía, date un gusto: probá empanadas cuyanas al horno de barro acompañadas de un buen Malbec joven.
Tarde en el pulmón verde
El Parque General San Martín es ideal para una caminata tranquila. Si tenés ganas de subir un poco, llegá hasta el Cerro de la Gloria, desde donde vas a tener una postal de la ciudad con la cordillera de fondo.
Noche con aire bohemio
Para cenar, escapate a Chacras de Coria. Este pequeño polo gastronómico combina bodegones, restaurantes de autor y bares con patios encantadores.
Día 2: bodegas y experiencias del vino mendocino

Mañana en Maipú o Luján de Cuyo
Mendoza no se entiende sin vino. Dedicale el día completo a recorrer bodegas. En Maipú vas a encontrar casas históricas, con tradición familiar y museos. En Luján de Cuyo, el paisaje de altura y bodegas modernas hacen la diferencia.
Tip local: reservá con anticipación, sobre todo si querés visitar nombres reconocidos.
Degustaciones y almuerzo entre viñedos
Optá por una experiencia de maridaje de 4 pasos: carnes a la parrilla, verduras asadas y postres regionales acompañados de vinos seleccionados. Comer frente a la cordillera, con los viñedos al alcance de la mano, es de las experiencias más lindas que te podés llevar.
Tarde en Valle de Uco (opcional)
Si tenés auto o contratás una excursión, el Valle de Uco es un must: arquitectura vanguardista, viñedos a más de 1000 metros de altura y vistas de postal. Si preferís algo más relajado, quedate en la ciudad y disfrutá de una cata urbana en alguna vinoteca especializada.
Extra mendocino
Visitá una fábrica de aceite de oliva o una cervecería artesanal local: en Mendoza también se está armando una movida foodie más allá del vino.
Día 3: aventura, montaña y relax termal

Mañana en Potrerillos
A una hora de la ciudad está el Embalse de Potrerillos, rodeado de montañas. Podés alquilar un kayak, hacer paddle o simplemente caminar por la orilla. El aire fresco de la montaña es revitalizante.
Mediodía con sabor casero
Almorzá en algún parador de montaña: parrillada completa, chivito a la llama o un guiso bien contundente para el frío.
Tarde en Termas de Cacheuta
Nada mejor que terminar el día en las Termas de Cacheuta. Piletas de agua termal al aire libre, rodeadas de montañas, con vistas que relajan hasta al más inquieto. También ofrecen circuitos de spa con masajes y baños de barro.
Noche tranquila
De regreso en la ciudad, buscá un bar de vinos o una cervecería para una cena ligera. Una pizza con queso de cabra y aceitunas va perfecto con un espumante mendocino.
Día 4: alta montaña y paisajes inolvidables

Ruta escénica hacia la cordillera
Salí temprano por la Ruta Nacional 7 hacia Chile. El camino es un espectáculo en sí mismo: túneles, ríos de deshielo, pueblos de montaña.
Paradas imperdibles
- Uspallata: ideal para desayunar con medialunas caseras y sacar fotos entre álamos.
- Puente del Inca: formación natural cubierta de minerales, con historia de termas antiguas.
- Parque Provincial Aconcagua: aunque no seas montañista, el sendero a la Laguna de los Horcones te regala vistas del coloso de América.
Almuerzo con sabor de montaña
En Uspallata o Puente del Inca podés probar platos típicos: pastel de choclo, estofados, sopas caseras. En invierno, no hay nada mejor que un buen guiso humeante. Además, un almuerzo en bodega nunca viene mal, especialmente en otoño y primavera.
Regreso al atardecer
Volvé despacio, haciendo paradas en miradores. De noche, cerrá tu viaje con una cena de despedida en la ciudad: carnes al Malbec o un menú degustación en restaurante de autor.
Dónde alojarse en Mendoza para 4 días
- En la ciudad: hoteles boutique en el centro, con fácil acceso a restaurantes y vida nocturna.
- En Chacras de Coria o Luján: ideal para quienes buscan tranquilidad y cercanía a bodegas.
- En Valle de Uco: más exclusivo, perfecto si querés despertar entre viñedos y montañas.
Presupuesto estimado para 4 días en Mendoza
- Alojamiento: desde 30 USD la noche en hostels hasta 200+ USD en lodges boutique.
- Comidas: almuerzo en bodega desde 35–50 USD por persona, restaurantes en la ciudad desde 15 USD.
- Excursiones: tour a bodegas 40–70 USD, alta montaña 50–80 USD, entrada a Termas de Cacheuta desde 15 USD.
- Transporte: alquilar auto cuesta desde 40–50 USD por día, aunque también podés moverte con excursiones organizadas.
Consejos prácticos de un mendocino
- Clima: llevá ropa en capas; los días pueden ser calurosos y las noches frías, incluso en verano.
- Protección solar: el sol mendocino pega fuerte, incluso en invierno.
- Reservas: hacé tus bookings de bodegas y excursiones con antelación en temporada alta.
- Movilidad: si no alquilás auto, priorizá tours que incluyan traslado.
Preguntas frecuentes sobre Mendoza en 4 días
¿Cuál es la mejor época para visitar Mendoza?
Primavera (septiembre-noviembre) y otoño (marzo-mayo) son ideales: clima suave, viñedos coloridos y menos turistas.
¿Se puede visitar Mendoza sin tomar vino?
¡Claro! Podés enfocarte en naturaleza, aventura, termas y gastronomía. El vino es parte del paisaje, pero no obligatorio.
¿Es suficiente 4 días en Mendoza?
Sí. Con este itinerario conocés lo más importante: ciudad, bodegas, montaña y termas. Igual, siempre vas a quedar con ganas de más.
Conclusión
Pasar 4 días en Mendoza es descubrir un mundo de contrastes: ciudad vibrante, viñedos infinitos, montañas imponentes y la calidez de su gente. Con este itinerario equilibrado, vas a volver con recuerdos inolvidables, ganas de recomendarlo y quizás ya planeando tu regreso.
Mendoza logra esa combinación perfecta que pocos destinos pueden ofrecer. En apenas cuatro días transitás desde las calles del centro hasta la serenidad de los viñedos, desde la emoción de la aventura hasta la contemplación frente a los Andes. Cada copa de vino cuenta una historia diferente, cada puesta de sol deja una huella imborrable.
Lo que realmente te llevás no son solo las fotos o las botellas de recuerdo. Es esa sensación de haber conectado con algo auténtico, de haber descubierto un ritmo de vida especial. Por eso es inevitable que, al partir, ya estés pensando en el regreso, en volver a sentir esa paz que solo se encuentra bajo el cielo mendocino.